¿Conoces la historia del cine?


¿Conoces la historia del cine?
Desde pequeños hemos disfrutado de tantas películas, hemos vivido la magia del cine, con sus efectos especiales, actores, dramas, entre otros. Pero alguna vez nos hemos preguntado ¿cómo inició la magia del cine?



Y es que es normal, ya que el denominado séptimo arte tiene ya más de 120 años de historia. Aunque en la actualidad los efectos especiales hacen que veamos imágenes espectaculares en la pantalla del cinema, no siempre ha sido así.
La idea del cinematógrafo, que es el otro nombre que tiene el cine, es bastante antigua. De hecho, el origen del cine lo encontramos en el año 1654. Cuando el sacerdote alemán Atanasio Kircher experimentaba con imágenes en movimiento gracias a su famosa linterna mágica.
Más de un siglo después tenían lugar las llamadas Fantasmagories del francés Gaspard Robert, llamado “Robertson”. Un espectáculo muy llamativo basado en figuras pintadas sobre placas de cristal, que en el año 1798 constituyen las primeras proyecciones públicas de que se tiene noticia. Las posibilidades reales que podía tener el cine fueron fueron adivinadas por el belga Joseph-Antoine Plateau, que en el 1828 mediante un artilugio de su invención mostraba imágenes en movimiento. Es el antecedente más antiguo y más parecido al cine actual.
Este físico belga se basó en el principio de la persistencia de las imágenes luminosas en la retina del ojo, y en el año 1832 inventó el fenakistiscopio, que permitió por primera vez contemplar una imagen en movimiento. Un año después, en 1833, el matemático austriaco Simon von Stampfercreaba un curioso artilugio que llamó estroboscopio. Este invento permitía poder ver un objeto que estaba girando sobre sí mismo como si estuviera quieto o dando giros muy despacio. La invención de la fotografía condujo rápidamente al desarrollo del cine. Ya en 1874 el astrónomo francés Jules Janssen obtenía éxitos con su “revólver fotográfico”, antepasado de la cámara fotográfica actual.

Poco después el norteamericano Eadweard Muybridge reproducía el galopar del caballo con sus cuatro patas despegadas del suelo. Los experimentos que condujeron a la invención del cine fueron numerosos. En algunos casos el anecdotario resulta grotesco. Por ejemplo: el médico francés Jules Marey, con su “fúsil fotográfico” se distraía en Nápoles (italia) apuntando a las aves para fotografiar en varias secuencias el vuelo de las gaviotas y otros pájaros de la zona. Los campesinos terminaron por denunciarlo a las autoridades diciendo que habían visto a un loco que disparaba a las aves pero nunca daba alcance a ninguna, lo que parecía llenarle de satisfacción.

Primeros pasos del cine
Pero como en tantas otras cosas, fueron los trabajos de Thomas Alva Edison (el inventor de la bombilla) en 1889, los que llevaron al invento de lo que él llamó kinetógrafo: primera cámara sonora. Invento importante en el que Edison puso en relación el eje del obturador de la cámara con un fonógrafo, permitiendo grabar sonido e imagen a la vez.
A pesar de que la registró o patentó en 1891, el genial inventor no tenía fe en el futuro del cine, que consideraba como un simple espectáculo para gente solitaria. Fue Edison quien inventó el cine sonoro en 1902, pero el sonido era tan débil que no resultaba práctico.
Más tarde, en 1910, con el cronófono de Léon Gaumont, inventado para este personaje por los franceses Decaux y Laudet, se empezó a ver las posibilidades del cine sonoro. No obstante, hasta 1927 no se proyectaría el primer largometraje sonoromediante la sincronización de un disco con el proyector: la película en cuestión fue El cantor de jazz, de la Warner Brothers. Su kinetoscopio era una máquina de poco más de un metro de altura y medio metro de ancho en cuyo interior discurría una película en movimiento continuo entre una lente y un foco o fuente de luz.
No había proyección en pantalla y era preciso aplicar el ojo a una ranura para contemplar el desarrollo de una pelea de boxeo, las evoluciones de una bailarina, a dos bebés a los que se les cambiaba el pañal y películas de interés semejante. Esos fueron algunos de los primeros filmes. Pero Edison logró vender sus curiosos artefactos, prueba del interés que ponía la gente en el fenómeno.
En el primer estudio de cine, de 1890, rodó sus películas William Dickson. Se trataba de un barracón iluminado por una gran vidriera montada sobre pivotes rotatorios que recogían de forma continua la luz solar. En 1894 nacían las primeras proyecciones con el norteamericano Mervyn Le Roy, pionero del proyector moderno, y el 14 de abril de aquel año, en un local del Broadway neoyorquino, los hermanos Tate instalaron una especie de “multicine”: diez kinetoscopios de Edison hacia los que se lanzaba el público ávido de novedades para ver las extrañas imágenes o primeras películas: un hombre estornudando, o un caballo corriendo.

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